Son muchos los que se preguntan en Lugo qué posición ocuparía el equipo si hubiese sido capaz de aprovechar las oportunidades que se le han ido presentando en las últimas jornadas para recortar la distancia respecto a la zona de playoff de ascenso. Los gallegos encadenan cinco partidos consecutivos sin ganar y aun así se ven con opciones, ya que la sexta plaza que ocupa el Getafe se mantiene a seis puntos de diferencia, sin embargo el mal sabor de boca por haber desaprovechado tantas oportunidades impera en el seno de una plantilla desmotivada y cargada de pesimismo. Luis César Sampedro sabe, no obstante, que ganar este fin de semana en el Anxo Carro acabaría con las malas caras y volvería a ilusionar a la afición, por lo que el choque frente al Mirandés debe ser un punto de inflexión antes de encarar el tramo final de la temporada.
Los burgaleses, sin embargo, se juegan algo más grande si cabe que los que tiene entre manos su próximo rival. El conjunto de Miranda del Ebro es colista, a cuatro puntos de la salvación, por lo que peleará cada punto de aquí hasta junio con uñas y dientes ya que la Segunda B acecha en el horizonte. Los de Anduva, sin embargo, solo han sumado dos puntos de los últimos nueve disputados y no ganan un solo partido desde hace casi un mes, de modo que urge una victoria que cambie la dinámica y que permita al equipo seguir soñando con la permanencia. Y es que esta fase del año es crucial ya que varias victorias insuflan moral a los jugadores mientras que un par de partidos perdidos hunden al equipo y definen de forma irremediable el rumbo del equipo a corto plazo. Los castellanoleoneses, además, solo han ganado un encuentro a domicilio en lo que va de temporada, por lo que parece harto improbable que los tres puntos viajen a Miranda este fin de semana.