Atraviesa el Villarreal un brillante momento de forma, como demostró de forma muy gráfica el pasado fin de semana frente al Celta, rival directo y al que marcó la friolera de cinco tantos sin encajar ni uno solo. Los castellonenses siguen sin perder en Liga y se mantienen quintos en la clasificación, justo por detrás del Barcelona. En Europa League, además, el submarino amarillo ha ofrecido una versión de sí mismo convincente y eficaz, solo empañada por el empate de la última jornada frente al débil Steaua de Bucarest.
Así las cosas, los de Fran Escriba no se pueden permitir más tropiezos si quieren mantenerse como primeros de grupo. No les será difícil conseguirlo, desde luego, si mantienen la dinámica mostrada en los últimos encuentros. Soriano, Sansone y Bakambu se están consolidando como una tripleta atacante eficaz, de calidad y sumamente complementaria, a la que si se le añade el mejor Cheryshev cuando se recupere de sus molestias físicas el resultado puede ser de primer orden mundial. Y es que el objetivo de los del Madrigal este año es dar un paso más y superar la cuarta plaza conseguida la temporada pasado, consiguiendo así la clasificación automática para Liga de Campeones y evitando sustos como el vivido a comienzos de temporada con Marcelino como entrenador. La actual brillante marcha del equipo, desde luego, demuestra que el técnico asturiano estaba equivocado y que con una buena gestión del vestuario los resultados pueden ser inmejorables.
Frente al Osmanlispor, el conjunto amarillo no encontrará excesiva resistencia ya que los turcos son uno de los rivales más débiles de la competición. Aun así, el humilde conjunto mediterráneo consiguió ganar con cierta solvencia al Steaua de Bucarest, por lo que cuentan con tres puntos en su casillero ya que cayeron frente al Zurich en la siguiente jornada.