Volvió a ganar el Valladolid en la pasada jornada y volvió a perder el Nástic, equipos fieles a la irregularidad y a los altibajos como ninguno otro en la Segunda división. Así las cosas, los de Pucela vuelven a la pelea por entrar en los playoffs, de la que parecían desahuciados tras caer goleados hacer dos semanas frente al Levante en casa por cero goles a cuatro. Sin embargo, el conjunto que dirige Paco Herrera es todo pundonor y coraje y cuando peor parecen ir las cosas es cuando suelen reaccionar. Además, Juan Villar se ha reencontrado con el gol meses después, consiguiendo un doblete que deja a los suyos a dos puntos de la ansiada sexta plaza. Ahora, los vallisoletanos entran en la fase trascendental de la temporada y por ello no se pueden permitir otro tropiezo, y es que ganando este fin de semana a los tarraconenses podrían volver a las seis primeras posiciones tras una temporada fuera de esa zona.

Los catalanes, por su parte, se encuentran inmersos en una lucha muy diferente ya que buscan la permanencia tan solo un año después de rozar el ascenso a Primera división con la punta de los dedos. Las cosas han cambiado mucho esta temporada, sin embargo el equipo que dirige Juan Merino ha sabido rehacerse y levantarte cuando todo parecía hecho para que jugasen la próxima campaña en Segunda B. La primera vuelta fue desastrosa pero tras la dimisión de Vicente Moreno y la vuelta a la plantilla de Achille Emana el equipo es otro. Aun así, las derrotas se siguen produciendo y la zona peligrosa continúa a un solo punto, por lo que el partido de Zorrilla es una final adelantada para los de Tarragona. En cualquier caso, hombres como Delgado o Tejera se están reivindicando como jugadores revelación en esta competición, tal y como hizo Naranjo hace un año, lo que ayudará a cumplir con el objetivo de la salvación.

Queda lejos en el recuerdo de la afición pamplonica el partido que su equipo empató en San Mamés contra el Athletic de Bilbao el año pasado. Por aquel entonces Enrique Martín-Monreal era el entrenador rojillo y las esperanzas de lograr la permanencia aumentaban tras cuajar un gran partido en La Catedral. Ahora, tras dos técnicos destituidos y con una sola victoria en su haber, el Osasuna reciba a los leones en una situación sumamente difícil y que parece irremontable. El conjunto navarro es último en la tabla a quince puntos de la salvación y parece contar los partidos que restan hasta que el descenso a Segunda división sea matemático.

Sin embargo, al conjunto de El Sadar le queda todavía mucho que decir en esta competición ya que a pesar de estar virtualmente descendidos, los jugadores del equipo quieren reivindicarse y dar mucha guerra a sus rivales hasta el final. Hombres como Sergio León, Kenan Kodro o Berenguer aspiran a jugar en Primera división la próxima campaña fichando por otros equipos y para ello deben exhibir todo su potencial. Además, los de Navarra no son un equipo que se rinda fácilmente, sobre todo en casa con el apoyo de su afición.

Los de Valverde, por tanto, no lo tendrán fácil en el estadio rojillo a pesar de la baja de Roberto Torres, hombre clave en el esquema de Vasiljevic. El club rojiblanco deberá dar el máximo para sumar los tres puntos si quiere seguir aspirando a la sexta posición, que actualmente ocupa la Real Sociedad. Los de Vizcaya están a solo cuatro puntos de zona europea y por tanto deben ganar para meter presión a sus rivales y provocar el fallo que apriete las cosas en la parte alta de la clasificación. Además, hombres clave como Muniain, Aduriz o Raúl García han tenido dos semanas para refrescar piernas y mente y estarán totalmente disponibles para ser la referencia en el ataque de los bilbaínos.