Valencia y Sporting son dos equipos que han tocado fondo esta temporada y que sin embargo siguen sin tener muy claro si hay un piso más abajo en el sótano de su fracaso. Ambos equipos son conscientes de que lo peor puede estar por llegar y las hinchadas gijonesa y valenciana afrontan lo que resta de temporada con más pesimismo que alegría ya que las perspectivas no son precisamente buenas.

Los asturianos cayeron el pasado fin de semana frente al Deportivo de la Coruña en un encuentro trascendental para el devenir de los acontecimientos en la parte baja de la clasificación. Los de Rubi tenían una oportunidad de oro para acercarse a la salvación que sin embargo dejaron marchar, por lo que ahora son antepenúltimos a cinco puntos de la zona segura. No quedan, por tanto, muchas oportunidades para redirigir el rumbo y cada partido es una cuenta atrás, por lo que los norteños deben buscar la victoria en Mestalla, estadio en el que el año pasado ya lograron una victoria importantísima para evitar el descenso, con Abelardo como entrenador por aquel entonces.

El conjunto che, por su parte, se encuentra bastante mejor clasificado que su rival y la zona de descenso queda a diez puntos de distancia. Sin embargo, por historia, plantilla y expectativas, el equipo del murciélago vive inmerso en una depresión mayor si cabe que la de su próximo rival puesto que la primera vuelta fue un absoluto despropósito que no se puede volver a repetir. Y de hecho, con Voro, tercer entrenador del equipo esta campaña, el juego ha mejorado, los delanteros son más incisivos y la defensa se mantiene firme. El problema, no obstante, sigue siendo la falta de intensidad y la ausencia de una tensión competitiva, algo que se apreció el pasado fin de semana contra el Atlético de tal forma que hasta el propio club en su web criticó la dejadez de hombres como Cancelo o Bakkali.

Nada más y nada menos que ocho partidos sin ganar encadena el Alcorcón, que cayó el pasado fin de semana frente a un rival directo por la permanencia como es el Almería y que vuelve a verse inmerso en los puestos de descenso. Cuando Julio Velázquez llegó a Santo Domingo el equipo estaba en situación crítica y necesitaba una reacción que gracias al ex entrenador de Murcia o Villarreal B se consiguió en poco tiempo. Pronto, los madrileños comenzaron a sumar y se alejaron de la zona peligrosa. Sin embargo, los dos últimos meses han sido muy duros para los alfareros y ahora el puesto de Velázquez peligra. El partido de este viernes frente al Mallorca, otro rival en la pelea por la salvación, puede servir como punto de inflexión hacia un futuro juntos o bien podría separar los caminos de técnico y club para siempre. Todo dependerá de si Kadir, Iván Alejo, Óscar Planos y David Rodríguez marcan diferencias en ataque, y es que el conjunto amarillo solo ha marcado 23 tantos en los 33 partidos disputados hasta ahora, cifra que le convierte en el equipo menos goleador de la categoría.

El Mallorca, por su parte, llega a la Comunidad de Madrid con la moral alta tras lograr un meritorio empate frente al Levante el pasado fin de semana. Los bermellones siguen en puestos de descenso y se sitúan a dos puntos de su próximo rival, sin embargo frente al líder mostraron pasión, intensidad y solidez, tres factores que parecían haber desaparecido de la plantilla balear. La afición, además, mostró su apoyo recibiendo al equipo antes del encuentro y los jugadores cumplieron con su parte, por lo que viajan ahora con autoestima suficiente como para imponerse a domicilio y salir de la zona de descenso. Brandon Llamas, Lago Junior o Culio cuentan con calidad de sobra como para conseguirlo, mientras que Yuste, Ansotegi y compañía guardarán su espalda en fase defensiva.