Sigue Huesca y Valladolid contra todo pronóstico metidos en la pelea por alcanzar los playoffs de ascenso, sin embargo las seis primeras posiciones comienzan a definirse y es urgente que oscenses y vallisoletanos sumen de tres en tres en busca del ansiado botín. El Oviedo es el que marca el límite entre los agraciados y todos los demás, y se encuentra a seis y tres puntos de ellos, respectivamente. Se trata, por tanto, de una distancia remontable pero complicada de gestionar en caso de que se produzca un tropiezo este fin de semana en El Alcoraz.

Los locales, eso sí, llegan en un buen momento a este encuentro ya que han sumado siete de los últimos nueve puntos disputados. El equipo dirigido por Anquela ha vuelto al buen fútbol mostrando en la primera vuelta, en la que ya se impuso a los blanquivioletas por un gol a dos en Zorrilla. Sin embargo, las estrellas del club aragonés sufrieron un bajón en su juego y ello se reflejó en los resultados, que les hicieron perder posiciones hasta casi rondar los puestos de descenso. Ahora, Álvaro Vadillo ha vuelto a imponer su calidad y de su mano camina de nuevo el equipo en dirección a la parte alta de la tabla.

Los de Pucela, por su parte, se encuentra más arriba que su próxima rival en la clasificación y tiene opciones de acabar esta jornada entre los seis primeros clasificados. Sin embargo, en las últimas jornadas, la tendencia del equipo ha sido la de ir a la baja ya que hasta hace pocas semanas parecía instalado definitivamente en la zona de playoffs, de la que ahora se encuentra desterrado. Aun así, los goles de José Arnaiz son suficientes para que la afición castellanoleonesa confíe en este equipo, que a día de hoy no piensa en otra cosa que no sea volver a Primera división.

Segundo y quinto clasificado se ven las caras este sábado en el que muchos consideran que es el partido de la jornada en Segunda división. Ambos conjuntos se encuentran a demás en un buen momento de forma tras ganar sus respectivos encuentros el pasado fin de semana, por lo que afrontan con confianza este trascendental choque en la lucha por el ascenso.

El Girona, sin ir más lejos, viene de golear al Mirandés en Anduva mostrando además un juego sobrio y convincente que le permite seguir segundo en la tabla con cierta autoridad. Los de Pablo Machín confían en acabar la temporada en zona de ascenso directo, sobre todo porque en el recuerdo de la afición de Montilivi permanecen vivos los muchos chascos que se han llevado en las eliminatorias del playoff. Es por ello que no cabe otra opción que volver a Primera división por la vía directa, y para ello es vital imponerse a un rival directo por el objetivo como es el Getafe. Y es que aunque os catalanes aventajan en ocho y nueve puntos a sus más inmediatos perseguidores, en las gradas del club de Tarragona nadie se fía y hacen bien, puesto que la Segunda división es una categoría traicionera e indomable.

Pepe Bordalás no lo tendrá fácil para asaltar el fortín de su próximo rival, y es que nadie ha conseguido ganar allí en lo que va de temporada. Los catorce partidos disputados en Montilivi se han resuelto con diez victorias locales y cuatro empates, de tal forma que el ex entrenador del Alavés deberá quebrarse los sesos para buscar puntos débiles en el entramado de su próximo rival. Una buena forma de conseguir un resultado positivo podría ser espoleando el orgullo herido de los suyos, que cayeron en la ida en su propio estadio por cero goles a dos, por lo que cuentan con una oportunidad inigualable para consumar su venganza.