300 minutos, 5 partidos y un mes encadena el Numancia sin ver puerta. El conjunto soriano parece buscar un récord negativo que haría historia en la categoría y que no solo le ha dejado sin opciones de entrar en los playoffs de ascenso sino que además le puede complicar la existencia en la Segunda división ya que los puestos de descenso están a tan solo seis puntos de distancia. En cualquier caso, los de Jagoba Arrasate suman también dos partidos seguidos sin perder y en esta competición sumar es muy importante, por lo que los numantinos cuentan todavía con margen de maniobra como para rehacerse. Lo más complicado, sin duda, será romper la barrera psicológica que les separa del gol y que señala con un dedo acusador a los delanteros del equipo.

El Rayo Vallecano, por su parte, viene de lograr una victoria importantísima para el futuro a corto plazo del equipo madrileño. Michel consiguió sumar los tres puntos por primera vez desde que se hizo cargo del equipo y aunque los de Vallecas siguen en zona de descenso, la salvación está a tan solo un punto, por lo que en caso de asaltar Los Pajaritos el paso en busca de la permanencia sería considerable. Con Michel ha llegado la tranquilidad al seno de un club que llevaba varios meses patas arriba, primero con Sandoval y posteriormente bajo el mando de Baraja. El ex jugador del combinado de la Comunidad de Madrid, en cambio, ha querido calmar los ánimos haciendo sentir importantes de nuevo a hombres que acumulan varios años en el club como Javi Guerra, Ebert, Manucho, Trashorras o Embarba. Todos ellos tuvieron minutos el pasado fin de semana y podrían repetir titularidad este sábado en tierras castellanoleonesas. Michel sabe que es necesario renovar el vestuario, sin embargo esos cambios han de producirse a final de temporada y no en una situación crítica, como pretendían sus antecesores en el cargo.

Todo empatado en la semifinal de los equipos humildes, que buscan hacer historia y luchar por ganar la Copa del Rey contra todo pronóstico. Pocos hubiesen apostado por Alavés y Celta a comienzos de temporada en esta competición y ahora se ven a un paso de la gran final, con todo por decidir en la vuelta de esta eliminatoria. El cero a cero de la ida en Balaidos dejó todo muy abierto y aunque los vitorianos juegan en Mendizorroza antes su gente, a los gallegos no les suele costar ver puerta, hecho que complicaría la situación enormemente a los locales.

Llegan los vascos a este encuentro con la moral por las nubes tras ganar en Liga al Sporting por cero goles a tres, sin embargo los de Pellegrino andan algo molestos ya que los celestes pudieron descansar el pasado fin de semana. El partido de los vigueses se anuló por las inclemencias del tiempo y a pesar de que los de Álava dieron descanso a titulares, el cansancio se acumula en las piernas de algunos de ellos. Otra lectura es que la meritoria victoria sobre los gijoneses dotará de inercia a un grupo que está cuajando una temporada extraordinaria y que espera culminarla regalando a su afición una cita inolvidable.

Los de Eduardo Berizzo, por el contrario, se ven aún con vida en tres competiciones y aunque en Liga su marcha es algo errática, los celestes siguen vivos y con opciones de acabar la competición entre los seis primeros clasificados. Además, por primera vez en muchos años, el equipo gallego cuenta con alternativas en el banquillo ya que hombres como Guidetti, Rossi o Lemos están demostrando que pueden asumir responsabilidades, algo que será muy importante para cuajar un buen encuentro en Mendizorroza este miércoles. Además, Wass llega a esta eliminatoria totalmente recuperado y conformará un mediocampo más que solvente junto a Radoja y Marcelo Díaz.