Si el Getafe-Cádiz es el mejor partido de la jornada, el Valladolid-Tenerife de este domingo tiene poco que envidiar ya que enfrenta a dos equipos inmersos en la lucha por el mismo objetivo, que no es otro que acabar la temporada en puestos de playoff de ascenso. La cuarta plaza, además, parece ser el tope de ambos y con ello en la mente afrontan esta peculiar pelea entre actores secundarios.

Los canarios, que ya ganaron al conjunto pucelano en la primera vuelta, viven su mejor momento de la campaña y se encuentran inmersos en una racha positiva que ningún equipo de la competición ha podido igualar hasta ahora. Los de Pep Marti encadenan seis partidos seguidos sin perder y en dicho periodo han encajado un solo tanto. Este es un dato insólito que habla de la solidez del conjunto tinerfeño, que actualmente es el equipo menos goleado de la categoría solo por detrás de Reus y Levante. Los insulares son además el equipo menos goleador de los nueve primeros clasificados, sin embargo está sabiendo sacar el máximo rendimiento a los pocos tantos que consigue. N´Diaye es el principal culpable de esta estadística ya que suele marcar goles que se cuentan por victorias en momentos clave, propiciando que los suyos se replieguen y defiendan el resultado. El jugador africano cedido por el Atlético de Madrid prometió conseguir quince tantos y va camino de ello, lo que sería una muy buena noticia para los isleños.

El Valladolid, por su parte, se sitúa a tan solo tres puntos de su próximo rival en la tabla y afronta el reto de acabar con una racha tan positiva como la que viven los canarios. Para ello el equipo debe olvidar la derrota del pasado fin de semana frente al Girona y conseguir que sus puntas, Juan Villar y José Arnaiz desbloqueen la defensa tinerfeña a base de goles.

Sigue sumando el Elche, que ha conseguido cuatro de los seis últimos puntos en juego y que sueña todavía con alcanzar los playoffs de ascenso a pesar de que las seis primeras plazas quedan a seis puntos de distancia. Los de Toril no se rinden y a pesar de la inconsistencia que han mostrado durante toda la temporada se mantienen en la brecha. Una victoria este fin de semana en el estadio Martínez-Valero, de hecho, sería un paso de gigante que apretaría las tuercas a los equipos de la parte alta de la clasificación y que permitiría soñar a la afición franjiverde. Túñez, Fabián, Álex Fernández, Nino, Borja Valle o Hervias, todos ellos con experiencia en Primera división, han mostrado un acople y un entendimiento que no se vio en las primeras jornadas de la segunda vuelta y que puede ser decisivo en este tramo final de la temporada.

El Zaragoza, por su parte, prescindió de Raúl Agné y son ya tres los entrenadores que se han sentado en el banquillo del club maño. Ahora será el turno de César Laínez, hombre de la casa que conoce el vestuario y que intentará levantar la moral de los suyos. El equipo se encuentra en una situación delicada ya que el descenso está a tan solo dos puntos, por lo que es preciso provocar una reacción entre los hombres fuertes de la plantilla aragonesa. Cani o Zapater, que jugaron junto a Laínez en el equipo, deben dar un paso adelante y tirar del carro para evitar que el fantasma de la Segunda B sobrevuele por el estadio de La Romareda. En ataque, además, jugadores como Ángel o Lanzarote tienen que volver a ser decisivos tal y como sucedió a comienzos de temporada, y eso es lo que buscará el nuevo técnico, apaciguar los ánimos en el vestuario y hacer que las cosas vuelvan a funcional desde el buen rollo.