Vuelve una noche grande de fútbol europeo al Ramón Sánchez-Pizjuán, años después de su último partido importante en Liga de Campeones. El Sevilla tiene este martes la posibilidad de clasificarse para octavos de final del torneo sumando un punto frente a la Juventus, rival poderoso donde los haya que domina el campeonato italiano con mano de hierro y que desea hacerse respetar a nivel continental tras varios tropiezos en este torneo.

Llegan los andaluces a este encuentro con la moral por las nubes después de ganar al Deportivo de la Coruña el pasado fin de semana en Riazor por dos goles a tres, marcando en el último minuto y remontando un partido que se puso cuesta arriba desde los primeros minutos. Jorge Sampaoli ha conseguido que los suyos se mantengan fuertes en casa y que además sumen de tres en tres a domicilio, algo que con Unai Emery parecía misión imposible. Sin embargo, el técnico argentino ha conseguido combinar calidad e intensidad en un grupo muy equilibrado en el que hombres como Nasri, Franco Vázquez o Lucas Vietto son capaces de plantar cara a un rival tan fuerte como los turineses. Además, todo ellos descansaron en el último encuentro y llegan frescos tras el parón de selecciones, por lo que se encontrarán dinámicos y activos para poner en apuros a la rígida defensa bianconera.

Los de Allegri, por su parte, visitan la capitan andaluza heridos en su orgullo tras dos empates en cuatro partidos disputados. El equipo transalpino se ve segundo en la clasificación, a dos puntos de los de Sampaoli, y buscan una victoria que restablezca la situación, les coloque de nuevo primeros, les clasifique para octavos y que además ponga en apuros a un rival complicado y duro de roer como son los andaluces, los cuales no han encajado un solo gol en lo que llevamos de competición.

Se despide Jorge Sampaoli del Sevilla tras cuajar una buena temporada en el cuadro hispalense, superando el quinto puesto de la temporada pasada y plantando cara en Liga de Campeones a rivales tan fuertes como la Juventus. Sin embargo, este único año en Andalucía ha sabido a poco a la afición, que confiaba en dar continuidad al proyecto del técnico argentino. El club de Nervión estaba poco acostumbrado a mantener la posesión de la pelota y a anteponer el toque a la agresividad, sin embargo Sampaoli consiguió cambiar la dinámica y crear un nuevo estilo, inédito en la ciudad. Ahora, por tanto, el futuro queda en el aire ya que la directiva sevillista debe decidir con qué perfil de entrenador trabajar.

En cualquier caso, y aunque los andaluces no se juegan nada, el equipo intentará seguir haciendo el Ramón Sánchez-Pizjuán un fortín ya que solo ha perdido un encuentro en casa en lo que va de temporada. Un rival a priori débil como Osasuna, además, invita a vivir un partido plácido, con goles y alegría, en el que tanto Sampaoli como otros hombres con futuro incierto en la entidad se puedan despedir tranquilamente de la ardiente hinchada sevillana.

Los pamplonicas, por su parte, jugarán su último partido en Primera división en este 2017 y puede que no vuelvan en mucho tiempo a probar las mieles de la categoría dado que el club vive un periodo de inestabilidad considerable. De cara al año que viene no hay entrenador ni equipo directivo, por lo que todo está en el aire. Además, los escasos refuerzos realizados en Primera invitan a pensar que la situación no variará demasiado el año próximo. El club seguirá apostando por la cantera y pugnará por hacer la vida difícil a sus rivales, siendo complicado que se asiente de nuevo en la parte alta de la tabla, al menos a corto plazo.